viernes, 29 de febrero de 2008

Maestra en prácticas

Y volví al cole, pero esta vez no como alumna, sino para dar clases, como profesora en prácticas en Infantil, en una clase de 4años.

Desde siempre quise ser maestra de niños, actualmente estoy estudiando 3º de Magisterio Infantil en la Uji, y si todo va bien, acabaré pronto y estudiaré oposiciones.

Unos días antes de comenzar las prácticas,pensaba sobre ello, me hacía ilusión volver al colegio en el cual había estudiado durante quince años y donde pasé muchos de los mejores momentos de mi vida, volver a encontrar a la misma gente… Y realmente, nunca he perdido la relación con el colegio. Sin duda, tenía la certeza de que sería recibida con los brazos abiertos.

El día después de Navidad, comenzó mi aventura con los niños. La primera impresión fue de susto, - treinta y un alumnos- me dijo Ana, me impactó, puesto que en las prácticas que realicé anteriormente tuve dieciséis alumnos, ¡y ya me costaba lo mío! Pero lo afronté desde la positividad pensando en que aprendería más.

La realización de estas prácticas ha significado una experiencia fantástica difícil de olvidar por mi parte, ya que he aprendido muchísimo tanto de los niños, que han sido encantadores y se han portado muy bien conmigo, como de la maestra, que desde el primer día me trato como una docente más, también del funcionamiento de una escuela, sobre diferentes recursos y materiales, sobre cómo hacer programaciones, etc. Todo ello junto a gente maravillosa, que me han hecho tener unas prácticas muy especiales.

También debo decir, que si hay alguna asignatura que verdaderamente nos ponga en contacto con las escuelas, es ésta. Es completamente diferente observar una clase desde el pupitre a estar al frente de los niños: creo que es la única forma de confirmar si a una persona le gusta la enseñanza o no, independientemente de que se le de mejor o peor. Aunque en mi caso, que tengo verdadera vocación por la enseñanza, y no sólo infantil, desde siempre he tenido claro que quería ser maestra y había tenido experiencias anteriores con niños, no hace falta confirmar nada.Se necesitan muchos años de experiencia y de constante trabajo para ser una buena maestra, aunque para mucha gente parezca una profesión fácil, cómoda y sin importancia.

Soy consciente de mis limitaciones, y sé que todavía debo mejorar y aprender muchas cosas, pero durante estas siete semanas he tenido la oportunidad de aprender mucho y se lo agradezco especialmente a mi maestra supervisora. Tengo la sensación de haber aprovechado muy bien el tiempo. La conclusión final es mi estado de satisfacción y agradecimiento